martes, 21 de julio de 2009

LA CASA ANTIGUA

2007, Estaba en Monterrey, México. Hacia viento muy fresco, se escuchaba el susurro de su cantar sombrío, como voces queriendo liberarse del mal, suplicando escapar de algún martirio, en ello se manifestaba la naturaleza de las obscuridades. Al fondo una serie de casas antiguas tipo colonial, calles empedradas con piedra tipo laja, en los ventanales de las casas una serie de protecciones de acero del siglo XVIII. Esa era unas de mis múltiples caminatas a barrio antiguo, donde me gozaba visitar para apreciar la arquitectura de un estilo singular, lejanamente al fondo de la calle Abasolo iluminada por un candil de velas, escuche unas voces conocidas que me aclamaron la atención para voltear la mirada hacia ese rumbo, era insólito encontrarse en medio de la penumbra a personas lejanas, me hallé dos rostros conocidos y me acerque a ellos Norma y Patricia, la cual me dieron gran felicidad y sorpresa, eran dos antiguas amigas de la escuela, nos conocíamos desde el kínder, y ya teníamos años sin vernos, creo que desde la preparatoria, nos saludamos nos abrazamos y platicábamos de cosas del pasado, les conté mi historia de cómo el destino me había atraído a Monterrey, me comentaban que una de ellas iba a bautizar a su hija nacida aquí en la capital, Norma me abrazo y dijo al oído en voz misteriosa, -- tienes que escribir la historia, agrégale el final que quieras -- ah! Si le conteste algo confundido, nos despedimos, camine hacia mi casa para hacer los preparativos, me di una ducha mientras me rasuraba dentro de la regadera, en mi cabeza venían muchos recuerdos, muchas aventuras, la más común es cuando nos íbamos de la escuela a una especie de parque muy pequeño a comer y a platicar de cómo me gustaba tocar la guitarra junto con otros dos amigos, una vez limpio, rasurado me veía al espejo y veía mi rostro algo indefinido, algo borroso, pensé que era el vapor del agua, aun así puse mi vista en la sala y la cocina y todo parecía normal, animado por el reencuentro con mis amigos no le tome importancia y me dispuse a ir a la fiesta.

Al llegar al salón subí una escalera de 2 niveles, una vez llegando tome un pequeño pasillo de lamina de acero en el cual al ir caminando se apreciaba todo el salón con su resplandor, a lo lejos escuchaba ¡Maaariooo! una voz agradable me llamaba con entusiasmo, vuelvo hacia la parte baja y me encontré con un amigo de la secundaria Gildardo, de traje muy oscuro, lo salude compartimos nuestras tarjetas de presentación, nos tomamos algunos tragos, instantes después me dirigí a la ceremonia de la pequeña bebe de Norma, en el momento en que el padre efectuaba la ceremonia y revelaba la bendición hacia la pequeña yo no la veía claramente, veía borroso, como si la imagen religiosa no me concibiera el contento de apreciarla, lo veía en perspectiva cónica, pero yo aun así pensaba que era algo en mis ojos cansados como pintor que soy. Lo raro es que veía a mis amigas perfectamente con toda claridad, Les tome a Norma y a Patricia algunas fotos con la bebe muy hermosa, pero también la bebe muy hermosa no aparecía en la foto, aparecía como una forma grande y adulta, yo pensé que me estaba imaginando cosas puesto que ya había bebido unos tragos de alcohol, en la mesa del salón de fiestas que se apreciaba a lo lejos como redonda y llena de arreglos veía a mi amigo que me saludaba e invitaba a estar un rato mas con él, al disponerme a bajar a la mesa las escaleras cobraban vida, y a su vez cambiaban de forma, de estar en el interior del evento, aparecí bajando las escaleras de afuera, misteriosamente, el clima del calor de la fiesta se convirtió en un fresco anochecer en las afueras de este. Se me hizo fácil seguir más hacia afuera del edificio traspasando toda barrera y creyendo que necesitaba descansar un poco para bajar aquellas cervezas que me había tomado.

Como de suerte, aparecí en un vecindario muy triste, oscuro y lóbrego, donde una fuerza me atraía locamente hacia una casa, el viento soplaba lentamente pero con claridad me susurraba al oído en voz baja y seductora, -- entra, ven, disfrútame -- al fondo se veían unas rejas cuadriculadas, en una calle de piedra, las viviendas eran similares una de otra pero abandonadas, una de ellas me intento seducir con sus materiales tan naturales, al acercarme la vi tan común pero al intentar ver la barda, ya estaba dentro de ella, la voz me dijo nuevamente Ya no podrás salir de aquí, tienes que quedarte conmigo para siempre, ven disfrútame, hazme tuya --, yo sentía una sonrisa candente, aun sin ver la forma de la persona que me hablaba, la sentía dentro de mí, tan cercas.

Al fondo en la calle se veían algunas personas que no percibían que yo estaba allí, pues la casa daba otra imagen exterior, pero aun así volteaban como platicando de ella, su historia y de lo que había pasado antes de ser abandonada por sus dueños, di un pequeño vistazo con mis nervios de punta, las piedras por dentro de la casa parecían respirar, tener vida propia, en la esquina de la barda en el suelo había unos pequeños trozos de bloques quebrados y al voltear de nuevo aparecieron de la nada tres objetos frente a mí, estaban 2 sombras de cuerpos y un maniquí de mujer a mis pies, con un cuerpo perfecto que te invitaba a hacerle el amor, en sus cabellos el brillo te llamaba la atención, no dejaba que ubicar la mirada hacia otro lugar, lo intentaba una y otra vez sin tener éxito, resignado pero aceptándola por su belleza la tome con las manos de la cintura, se sentía de tela blanda, frágil al tacto, su rostro parecía no tener rasgos físicos pero aun así era bella. Ella me abrazaba al tiempo que me decía, o al menos yo escuchaba no te alejes de mi, tienes que quedarte conmigo, hazme tuya -- Dirigí la mirada hacia la puerta para tratar de entender algo, las personas del exterior vieron algo extraño en mí, me dijeron que escapara, pues ellos veían una víbora acercarse a mí pero yo no, yo distinguía una mujer tan hermosa que mi corazón se estaba seduciendo, y cuando quise escapar ya estábamos haciendo el amor, besándonos, y moviéndonos con una sensualidad jamás hecha con alguna otra mujer, parecíamos estar conectados desde que mire la casa por primera vez, yo intentaba quitarme de ella pero algo me hacia mas abrazarla, mi cuerpo tenia sed de pasión de aventura, sentía como las cosas pasaban en cámara lenta, como si la densidad del ambiente fuera mas y mas, como una pesadilla, como un sueño, como otra dimensión, al fin alcancé arrebatar el valor, con todas mis fuerzas la tome de su cara la empuje y corrí hacia la puerta, al acercarme parecía que nunca hubiese habido ni puerta ni barda ni nada, corrí tan fuerte que al voltear hacia la casa ya estaba muy lejos, pero percibí dentro de mi piel y en todo mi cuerpo como si me estuviesen envolviendo en plástico muy fino, ese que se usa para envolver carnes, como si fuese una red invisible que me atraía hacia la casa.

Mi corazón latía más fuerte y el miedo me estaba desesperando el pánico, corría pero no parecía avanzar nada, la casa se veía tan cercas, como si me siguiese a todos lados, en la calle al fondo me encontraba con una puerta reticulada de acero y con alambre de púas en la parte de arriba como si fuese un campo de exterminio o concentración, al querer agarrar el cerco para apoyarme y no regresar a aquella casa que tanto me horrorizaba, parecía una pantalla de vidrio, realmente no había cerco, era un vidrio grueso que en tercera dimensión figuraba un cerco reticular. Entonces aparecía el suelo mojado, como llorando de lo que iba a suceder, empecé a resbalar y le pedía al guardia que la custodiaba que me ayudara y se me quedaba viendo y me sonreía, el veía otra cosa detrás de mí pero era un misterio que yo no percibía, corrí en dirección opuesta y en la calle veía que pasaba una pareja a su departamento, y les gritaba que me ayudaran pero ellos parecieren ver otra cosa de mí, no me escuchaban, no me entendían y tal vez no me veían,

Y cada vez que volteaba a ver la casa que me atraía hacia ella, cambiaba de forma, como de época, pero aun así yo sabía que era el mismo edificio, fuese cualquiera de sus manifestaciones ante mi vista. Al mismo tiempo que emitía ruidos turbadores.

La niña era la mujer grande, la casa es donde entre la otra noche y tome el video, la casa era la niña que había nacido.

Era un momento en donde todo pensamiento se dejaba manipular por la casa, momento hipnótico por aquellos ruidos que se escuchaban a lo lejos, cada guiño cada contemplación era diferente de la transcurrida, me aclamaba y me atrapaba.

En el camino hacia la nada, me sentía perseguido por ella, tal vez porque corría en círculo, pero al frente veo un paisaje como espejismo, un bosque, un camino y una mirada que me atraía de alguna manera así como la casa antigua, corro velozmente y salto, se abre el paisaje como en otra dimensión y caigo a un acantilado.

Mi voz se escuchaba -- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah. Y mis manos paralizadas se dejaban llevan por el miedo que las dejaba sosegadas, carentes de movilidad, escucho un zumbido.

Tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. De nuevo el zumbido atolondrado se hacía percibir. Y aparezco en una playa abandonada, con las olas de la mar tan serenas que parecieren no transcurrir nada, pero a la par como si fuese muriendo poco a poco. Un sonido salía de la montaña, parecía el respirar a lo lejos, había vida, y a la vez muerte, camine anonadado queriendo buscar alguna fuente de existencia, alguna respuesta, pero era inalcanzable aquella suplica,

-- ¿Hay alguien allí?

-- Alguien por favor escúcheme – gritaba sin cesar y sin respuesta alguna.

No, no había nadie, seguí a lo lejos y vi a una pareja, recordaba entre sus rostros aquella pareja que había subido a escalera alguna vez en Barrio Antiguo, era ella la mujer grande, era ella la bebe, ella es la casa que me perseguía pero por alguna razón yo la estaba buscando, no había alguna explicación, nada con la menor claridad, era ella, que se alejaba de mi al sonreírme con algo de burla, corrí a buscarla y no la encontraba, escuchaba llorar un bebe, allá a lo lejos se escuchaba un ritual, nada compaginaba en la desierta isla, corrí y sentía la presencia de alguien que me buscaba que me hacia suyo que me asustaba, me llenaba de pavor no saber de nadie, era una alucinación, vi a lo lejos la imagen de un pirata, y al voltear a verme era un pájaro que desvanecía en el aire, yo seguí intrigado y sentía ganas de correr de huir de algo , algo había atrás de mi, en ello que escucho en voz seductora y de mujer unas palabras que me dicen --- Maaario ven, tienes que hacerme tuya --- ven disfrútame --- mis ojos se cegaron de miedo y corría y corría hasta que en algún descuido caigo en una trampa del bosque y caigo tan profundo que no supe mas, desvanecí y desmaye, (todo quedo en un sonido del vacío, como si se cerrase alguna puerta de seguridad inmediata.

Al fondo se escuchaba un sonido de agua al caer en un cascada, y unos pies que deambulaban por allí, todavía no tomaba conciencia de lo que pasaba, la visión no era cristalina, yo solo quería estar en casa comiendo pizza, veía una imagen de una niña, de cabello ondulado largo que me observaba, pero al querer atraparla desvanecía, la tarde se hizo llegar y seguí corriendo en desesperación de todo, la tierra tomaba forma de mujer, y cada piedra era un rostro, que tal vez me invitaba al amor, no sabía lo que debería pasar, ya estaba enloqueciendo de tantas cosas extrañas:

-- ¿Quien me está haciendo esta broma?, decía con voz cansada

-- me rindo por favor

-- Déjenme salir de aquí,

Las piedras se movían como gelatina pero al tocarlas se hacían polvo, frente a mi vi una gran luz, y en ella una voz me decía en ven.

Atravesé la luz con gran desilusión y aparecía en la casa antigua, nooooooooo noooooo, que broma es esta.

- no estoy loco, no estoy loco,

- Déjenme salir de aquí.

Caminaba y de pronto aparecía en año nuevo, escuchaba los cohetes estallar, a las multitudes reír, me dije: ya estoy salvado, ya estoy salvado, y al ver una peregrinación de jóvenes haciendo fiesta, les decía hola, estoy vivo, estoy con ustedes, ayúdenme, y la gente no me escuchaba, unos me miraban pero no me escuchaban, no tenia voz, había quedado mudo, no puede ser posible, esto no me pasa a mí, y al querer juntarme a ellos los tocaba y desvanecían, estaban en mi mente, me dije,:

- Okey

- Esto es mental, tengo que despertar, pero no, no era mental era real,

Seguía en Barrio Antiguo, y por consiguiente en la casa antigua, que era aquella se veía tras una pequeña brisa que la escondía y que la hacía casi invisible, escucho unos caballos y se baja un caballero con gran sombrero, le decía:

- ¿me escucha?

- Y me decía el caballero de gran esbeltez - por supuesto elegante y distinguido amigo, feliz año nuevo.

- gracias, gracias, fíjese que he estado viendo espejismos y pensando cosas, ha de ser por el exceso de trabajo.

- ¿en qué trabaja amigo?

- Soy pintor - le contestaba.

- Me decía - suba a mi carruaje que le llevare a donde usted escoja. Conozco un lugar donde nos podemos divertir yo le invito, es aquí cercas, adelante cual es su nombre

- Mario - me llamo

- ¡Mario! - okey Mario, creo que nos conocemos de algún tiempo, me suena usted muy familiar.

- No lo creo, yo vengo desde muy lejos y aquí soy nuevo en la ciudad.

Pero algo me intrigaba de aquel hombre esbelto, su rostro también se me hacia familiar, su voz es la misma que escuchaba de bebe y me cantaba algunas canciones para dormir, sus rasgos me hacían recordar a mis familiares, me daba su voz una tranquilidad muy amena, y en la charla parecía estar todo bien. Me comentaba que tenía que verse con alguna muchacha muy guapa que había conocido y se había casado, ella estaba embarazada del hombre galante.

- estoy feliz de ser padre de nuevo amigo, ¿como me dijo su nombre?

- Mario – Le conteste

- Curiosamente así le voy aponer a mi hijo, se llamara Mario Alberto

- excelente nombre para un bebe - le decía

- gracias y descanse un poco que ya vamos a llegar al restaurante, y feliz año 1976.

- ¿Qué? – un estruendoso que retumbo en mi cerebro – ¿Escuche mal? ¿Qué año me dijo? Le volví a insistir.

- 1976 amigo, ¿porque lo duda? Vayamos que le invito algunos refrigerios en un lugar que se llama La Casa de Barrio Antiguo.

Aquellas palabras me dejaron pasmado, frio, con la mirada fija al horizonte sin lograr entender que me devolvía a ese tenebroso lugar.

- No puede ser, no puede ser, estoy soñando, me agarraba los cabellos, me los jalaba quería estar en mi casa comiendo, jugando y durmiendo, pero no. estaba en barrio antiguo de nuevo, y al llegar a la Casa se escucha al chofer de la carroza decía oooh, y estaciona los caballos frente a la casa, asustado me le quede viendo a la casa antigua, era ella la que me había seducido, ¿pero cómo me había traído hasta el año 1976? ¿Porque quería que yo me diera cuenta de algo? Era mi año de nacimiento, pero aun así es una interrogante que si supiera no podría saber de la respuesta, solo sabía que era la casa que antes me había llamado, pero como podría yo hablar con una casa si las casas son insensibles, no tienen alma, tal vez por mi profesión de arquitecto y artista me he hecho sensible a todo este tipo de cosas que la gente no percibe a primera luz.

Al entrar al restaurante se aprecia la exquisitez de lo rustico de la época, piso de madera, algunos cuadros con imágenes de grandes músicos del rock and roll, mesas de madera labrada a mano, con algunos relieves, y la mayoría pintados a mano con un acabado de barniz, allá a lo lejos se ve en una la mesa una muchacha bella y jovial que le recordaba el rostro de su mamá. A la cual el caballero de la carroza se dirigió a sentarse en su mesa.

Entre y se escuchaba la música campirana, alegres todos, mucho vino, mucha alegría, y al fondo el cantinero limpiando un vaso de vidrio con un fino pañuelo, que en su época no sabría cómo llamarle, intrigado le dije:

- Qué bello es el paseo Santa Lucia, ¿verdad? Y sus lanchas.

- ¿Que es eso? - me refuto con cara de asombro.

Me quede sin habla, ahora ya estaba seguro que no era una broma universal, estaba en el tiempo por alguna razón, y me puse a tomar mis líquidos para agarrar ambiente, y con el tiempo me dieron las 12, la 1 de la mañana y vi a lo lejos una mujer, brillosa, hermosa, que me decía con su mente porque no hablaba,

- hazme tuya, ven, ven conmigo.

Y se me acerco y empezamos a platicar yo le abrace con caballerosidad, y le conté de lo que me gustaba hacer de mis teorías y todo ello, entonces ella me decía huy tu si que vives en el futuro, eso no le entiendo nada nadin mi chavo, no lo entendía yo tampoco solo lo hablaba.

Ya pasado de copas fuimos a la habitación a platicar y a ponernos más cómodos, le tome y le cargue como si fuese una pareja de recién casados y le puse en la cama con gran amor, de un barril de madera saca un gran vino del año 75, y le dije:

- huy es muy viejo.

- me dice - no, no lo es tanto.

Y me lo tome todo hasta fondo y caí sobre ella una mujer muy bella, me deje seducir en los brazos de Morfeo y dormí toda la madrugada, al amanecer se escuchaba un ruido de los arboles al rechinar, yo estaba tan cansado que no podía ni levantarme, quería seguir allí en aquella habitación lujosa, y con aquella mujer tan bella, para admirarla. Sonó una madera media rota que castraba con su ruido al tronar con el viento, y por algunos orificios de la habitación se dejo entrar sin permiso el frio de Barrio, nunca olvidare este frio tan grande que tuve - me decía a mi mismo - y entre abrir los ojos vi a una mujer, que entraba al baño, como pude me levante pues me dieron ganas de entrar al sanitario y hacer mis necesidades, pero al levantarme escuchaba las tablas llorar al unisonó de mis pasos, hice pipi y abrí los ojos para poder ver con claridad todo lo que había ha tenido por unos momentos, en eso que se queda un vacio total en mi corazón, me paralice, estaba en la casa antigua, llena de telarañas, y polvo, no me explicaba cómo podría suceder todo ello, me horrorizaba no saber qué pasaba conmigo, a lo mejor estaba lleno de alucinaciones de todas especies y cosas, de tantas ideas a lo mejor la cabeza me había estallado, no entendía nada de nada, camine y salí hacia afuera y la brisa de la calle era como la brisa de Orizaba, Veracruz. Fresca y nublosa, que me llenaba de frio y susto.

Ha como pude me puse mis zapatos y ya estaba corriendo otra vez pero algo me jalaba de la mano y me decía:

- Quédate conmigo, quédate aquí, aquí estarás por siempre.

Yo solo quería irme a mi casa, a mi cabaña, extrañaba a mi esposa y extrañaba todo, no recordaba en qué momento llegue por primera vez allí, ya había perdido la noción del tiempo transcurrido, desorientado una y otra vez me decía como sucedió como paso.

No encontraba la fecha de que había pasado por mi mente y como acabe allí, solo recordaba que unas amigas habían estado allí algún momento y en su fiesta de bautizo me perdí, o que había tomado ¿que me habían dado? Había algo que no me compaginaba, O acaso las vi porque ya estoy muerto y ¿no me he dado cuenta?

No entendía nada de nada otra vez. No sabía cómo terminar la historia, estaba con mucho frio, y entre la neblina alcanzaba a lo lejos a ver el Paseo Santa Lucia, decía:

- voy a pedir ayuda a algún oficial.

Y mientras bajaba por la calle algo parecía no concordar, la piedra era blanda se dejaba rascar como rosa, cada que pisaba una piedra del pavimento se movía y gruñía cobrando vida, ¿ahora qué? me decía, y las paredes de las casas empezaron a cambiar de color entre ellas. Cobran vida y se abrazan y empiezan a cantar

¡Amo a tú, matarile rile ron, que quiere usted, matarile rile ron!

Era tan extraño, todo me daba vueltas, todo me dolía, no soportaba nada, quería morirme, las casas se reían de mí, se reían de mí frustración, de mis temores, entre ellas, cuando yo quería huir en medio de 2 casas, estas se cerraban evitándome el paso, entre a una de las casas y quería saltar por la ventana para quitarme la vida y me atrapaba la otra casa, que extraño, que raro. Dejen de jugar conmigo por favor yo solo soy un pintor.

Lleno por dentro de locura e impotencia, me tocaba la cabeza tan fuerte, y con una desesperación gritaba a toda costa:

- Nooooooooooooooooooooo.

Corrí y Camine por el puente y sentía como los brazos de una persona me quería aventar al precipicio. Seguía corriendo y la casa antigua me observaba, se prendían todas las luces como faroles, y entre ellos una energía me atraía nuevamente a ella, se convertía de piedra a la vez que huía, me lanzo unas luces a los pies para atraparme, y como cayendo en un sueño, cada una se insertaba a mis pies sintiendo cada vez mas y mas pesados los pies, una vez que ya no podía correr, me quedaba estático, y ella caminaba hasta mi, abriendo sus puertas comiéndome toda el alma, me había atrapado otra vez, una vez mas estaba seduciéndome con su forma textura y color.

Cansado de todo me dejaba caer hacia atrás, desconsolado y abatido por la persecución tan espantosa, y cuando sentía derrumbarme al suelo, algo me elevaba. Flotaba por los aires como tomado de una gran mano que no me dejaba caer, me quería para ella, para tenerme allí, para decirme cosas al oído, pero no comprendía el porque, simplemente el misterio me asechaba en el todo.

Algo quería de mí ¿pero qué?, que podría yo aportar a aquella alma de aquella época tan lejana a mí, ¿qué tendría yo que ver en todo ello?, siempre me decía:

- ¿tendrá que ver con mi nacimiento?, ¿la vida de mis padres? ¿De algún pariente lejano tratándoseme de enviar algún mensaje?, NO.

La casa quería que la poseyera, que fuese mía, que me entregara a ella, que estuviera con ella, pero mostrárseme en casa como la viese un arquitecto, ¿porque no como pintor? ¿O como mujer?, la casa me susurraba al oído:

– hazme tuya y me hare mujer por ti – y me asustaba, corría sin cesar y sin encontrar un fin al macabro suceso, veía que entre los aires se mostraba un rostro de mujer, bello pero escalofriante. Con una mirada profunda, con unas intenciones que no lograba descifrar.

mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

Yo seguía corriendo y la casa antigua me observaba, se prendían todas las luces como faroles, y entre ellos una energía me atraía nuevamente a ella, se convertía de piedra a la vez que huía, me lanzo unas luces a los pies para atraparme, y como cayendo en un sueño, cada una se insertaba a mis pies sintiendo cada vez mas y mas pesados los pies, una vez que ya no podía correr, me quedaba estático, y ella caminaba hasta mi, abriendo sus puertas comiéndome toda el alma, me había atrapado otra vez, una vez mas estaba seduciéndome con su forma textura y color.

Cansado de todo me dejaba caer hacia atrás, desconsolado y abatido por la persecución tan espantosa, y cuando sentía derrumbarme al suelo, algo me elevaba. Flotaba por los aires como tomado de una gran mano que no me dejaba caer, me quería para ella, para tenerme allí, para decirme cosas al oído, pero no comprendía él porque, simplemente el misterio me asechaba en el todo.

Algo quería de mi pero ¿qué?, que podría yo aportar a aquella alma de aquella época tan lejana a mí, que tendría yo que ver en todo ¿ello?, siempre me decía tendrá que ves con mi nacimiento, la vida de mis padres, ¿de algún pariente lejano tratándoseme de enviar algún mensaje?, NO.

La casa quería que la poseyera, que fuese mía, que me entregara a ella, que estuviera con ella, pero mostrárseme en casa como la viese un arquitecto, ¿porque no como pintor? ¿O como mujer?, la casa me susurraba al oído – hazme tuya y me hare mujer por ti – y me asustaba, corría sin cesar y sin encontrar un fin al macabro suceso, veía que entre los aires se mostraba un rostro de mujer, bello pero escalofriante. Con una mirada profunda, con unas intenciones que no lograba descifrar.

20080612

Su rostro se convirtió en área y la textura de aquella piel era suave a pesar de su rigurosidad, ella era arena y su color carnoso cafezoide de la textura de las pinturas del pintor, pensaba que tal vez sería una señal de su obra, creía que había encarnado en la vida una de sus máximas obras, ese era el mensaje que podría descifrar, pero seguía confundido.

Tal vez podría ser un mensaje de su obra o tal vez un mensaje de la naturaleza, aquel hombre a había pasado por muchas situaciones que ya todo le parecía tan normal en la vida que está llevando en aquel momento.

Ya nada le asustaba pero seguía intrigado por aquella duda que le había iniciado desde que visito barrio antiguo, aquella figura formada por millones de partículas lo asechaba y por momentos volaba y lo observaba en perspectiva, el hombre caminaba haciendo un simulo de que no veía aquella forma.

La mujer se hizo de color azul claro, casi cristalino y con un brillo exuberante, dio un gran salto y se integro a la madre tierra, habiendo gran paz en todo el entorno, solo se escuchaba el sonido del viento.

Ssssssssssssss sssssssssssssss ssssssssssss, el hombre caminaba y hacia cualquier lado que observaba había un gran camino desierto, esta la nada aquella frase que últimamente esta estudiado los científicos. LA NADA.

Indeciso su mente indagaba, ¿hacia dónde?, y decidió un rumbo en el cual se encamino y tratando de olvidar el sentido de todo, trajo a su mente maravillosos recuerdos, de su familia de su esposa de sus amigos de la universidad, y todo aquello que le mostraba felicidad. No pensaba si necesitaba comer o agua, sabía que aquella cosa que le perseguía no le dejaría solo en aquel desierto caliente.

Allá en el horizonte se veía una silueta, parecía un hombre caminando, o una casa con pies, ya no necesitaba preguntarse porque todo aquello que le pasaba estaba relacionado con aquella casa que tanto le decía,no te alejes de mi, tienes que quedarte conmigo, hazme tuya, quiéreme -

El viento empezó a soplar más fuerte y el sentía que algo le jalaba hacia atrás mientras él quería llegar a ver a aquel hombre que se veía a lo lejos, caminando por la colina perdió contacto visual con él, y mientras caminaba miles de casas pequeñas saltaban a sus pies haciéndole cosquillas, jajaja jejeje jajaja déjenme no me hagan eso, le estaban calmando su paciencia. Y de pronto una ola de agua le azota y le revuelca quedando desmayado.

Al siguiente día el hombre apareció en harapos, confundido por tal suceso el sol le quemaba los ojos y trataba de evitarlo sus manos trataba de taparlo pero era inútil tal suceso. La desesperación de la sed le hacía correr a toda cosa hacia los arenales de pronto unas ansias mayores le hicieron correr como una gacela, buscaba algo para estrellarse y morir, desesperado por la sensación que le venía de nuevo de persecución, corrió y al brincar los arenales una mano le agarro muy fuerte y le dice:

- ¿Me buscabas?

Intrigado le observaba el pintor, su mirada de arriba abajo, no podía creerlo, ver a alguien de tal magnitud caminando en un camisón blanco por el desierto.

- ¿sabes quién soy, verdad?

Un desconcierto le llegaba, no quería creerlo, su corazón latía velozmente, y su rostro con una expresión de incógnita, pero feliz. Le dijo

- ¿porque me has hecho esto?

2008 julio 1 Lunes

Ella estaba allí, apareció de la nada, mis ojos o dejaban de mirarla como hipnotizado quería saber porque me hacia esto, ella como así le digo a las mujeres, pareciere tener unos ojos grandes, aun sin tener una forma familiar yo sabía que era ella quien por tanto tiempo me había seguido, una vez recuerdo en la universidad que en alguna dimensión de mis pensamientos ella estaba allí frente a mí.